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El problema de los sedimentos a la hora de potabilizar agua de pozo

Uno de los mayores problemas a la hora de potabilizar el agua de pozo son los sedimentos. Si nuestro pozo no arrastra sedimentos, tenemos suerte, ya que solo tendremos que filtrar un poco el agua. Si por el contrario, el agua del pozo muestra una cierta turbidez, tendremos que instalar un sistema más complejo de purificación.

Cuando el agua se presenta un poco turbia

Retirar los sedimentos que la provocan, puede ser bastante más complejo. Todo depende de la naturaleza y del tamaño de la partícula, que provoque la turbidez.

Siempre se puede empezar por aumentar el número de etapas de filtrado, por el bajo costo de los filtros. Por ejemplo con dos etapas equipadas con filtros de sedimentos. El primero de 50 micras y el segundo de 5 micras, del mayor tamaño posible.

Los modelos con carcasa transparente nos permiten controlar el grado de suciedad del filtro, y que en caso de ser excesiva nos indica que debemos efectuar el cambio del mismo. Estos cambios (al menos una vez al año), no solo se realizan por el exceso de suciedad, debemos cambiarlos regularmente. Este cambio periódico evita la posible putrefacción de las partículas retenidas, que pueden causar contaminación por bacterias.

Etapa de desinfección del agua

Cuando queremos potabilizar el agua de pozo, la desinfección es más necesaria que aconsejable, causada por las posibles bacterias y parásitos que pueda contener.

Los sistemas de desinfección siempre se instalan después de la etapa anterior. El motivo es hacer más efectiva esta etapa, por medio de los esterilizadores por ultravioletas. Este sistema por medio de su lámpara mata a los organismos que logran atravesar las etapas anteriores, dejando el agua sin gérmenes, parásitos y virus.

Hablemos del problema que se origina si elegimos la cloración, como medio de desinfección para potabilizar el agua de pozo. Al utilizar el cloro como medio desinfectante podemos iniciar una reacción química que de lugar a compuestos derivados del cloro, los trihalometanos.

Dónde instalar 

Los filtros seguidos del esterilizador ultravioleta, serán instalados a la salida de la bomba o grupo de presión. Cuando solo se trata de proteger la vivienda, se instalara a la entrada de la misma. Con estas protecciones el agua se verá libre de partículas sólidas y bacterias, haciéndola saludable para el consumo.

Etapa purificadora para potabilizar agua de pozo

En la entrada inicial sobre el agua de pozo, les indicamos los sistemas de purificación aconsejados.

Esta etapa se suele instalar en la cocina de la vivienda, y proporciona el agua para beber y cocinar.

En pozos ubicados en zonas de cultivo en las que puedan filtrarse cualquier químico (pesticidas, herbicidas, abonos), procedente de la agricultura, y se quiere potabilizar agua de pozo, se hace necesario el recurrir a la ósmosis inversa. Este sistema aumenta la pureza del agua a consumir, por ser el método más efectivo al eliminar en un alto porcentaje (97.7%) cualquier químico disuelto, siendo el único sistema para aminorar la cal y otros minerales. Digamos que la ósmosis inversa es el sistema que realmente nos permite potabilizar el agua de pozo.

Agua de pozos con mucha cal y minerales

En estos casos para la utilización diaria en la vivienda, puede elegir un sistema descalcificador. Estos sistemas mejoran el uso del agua en la higiene diaria, en la limpieza, y el lavado de la ropa, no siendo del todo recomendables para el agua de consumo.

Es recomendable para un agua mas pura, antes instalar un descalcificador y después un purificador de agua, ya que el agua que llegue al purificador, va a tener menos dureza de lo habitual. Por lo tanto, los filtros del purificador no se van a calcificar como normalmente lo haría, si el agua tuviese cal.

La desinfección y los descalcificadores

Siempre que se trabaja con aguas sin tratar con cloro, y se decide montar un descalcificador nunca se puede prescindir de la etapa de desinfección. Si el agua sin esterilizar entra en el descalcificador le estamos inculando todas las bacterias que el agua pudiera llevar. Esto hace del descalcificador un lugar donde las bacterias oportunistas encuentren un medio al que contaminar. La contaminación del descalcificador no solo presenta el riesgo de las posibles infecciones, también el desarrollo de las bacterias inutiliza las resinas descalcificadoras. Esto hace que el descalcificador deje de cumplir su misión prematuramente.

Una última aclaración sobre el contenido en minerales, porque un exceso de ellos es perjudicial para nuestra salud. La salinidad máxima aconsejable es unos 140 mg. Para aminorar este contenido solo tenemos una alternativa: la ósmosis inversa.

Hay ciertos minerales, que apenas añaden sabor al agua, y sin embargo son más perjudiciales que la cal.

Analizar el agua de pozo

Para poder consumirla con más tranquilidad, lo más correcto es que un laboratorio especializado nos realice un análisis de la misma. Dependiendo del resultado del análisis, debemos analizar qué tipo de sistema es el adecuado para su caso.

En caso de un análisis positivo

En un principio solo tendremos que preocuparnos que el agua sea lo más segura posible. Para ello lo más recomendable y económico será seguir el siguiente proceso que indicamos a grandes rasgos:

1º- Eliminar sedimentos con uno o varios filtros, dependiendo de la turbidez del agua. En casos con sedimentos muy finos tendremos que recurrir a un depósito decantador.

2º- Desinfectar mediante un esterilizador ultravioleta. En este punto y si la calidad del agua de su pozo es buena, ya se puede consumir.

3º- Purificar para eliminar algún elemento no deseado, y mejorar el sabor. Esto en el punto de consumo, con un purificador.

Los pasos 1 y 2 son válidos para todo tipo de aguas, pero cuando el agua es caliza (también llamada dura), con muchos minerales disueltos, y queremos beber un agua sin cal o minerales, solo podemos recurrir al sistema de mayor purificación: la ósmosis inversa. Esto también es válido cuando sospechamos que el agua del pozo pueda tener trazas de residuos agrícolas (pesticidas o herbicidas), que un análisis de agua normalmente no detecta.

Conclusión

Antes de consumir un agua de pozo, siempre llévela a un laboratorio antes para que se analizada. Si su pozo se encuentra en zonas de cultivo, corre el riesgo de que el agua pueda tener pesticidas, herbicidas y varios químicos más, teniendo más posibilidades de que el análisis sea positivo. Puede tratar el agua según cuan contaminada esté, con purificadores, para protegerse a ti y a tu familia de enfermedades causadas por la suciedad.