El agua de cañería que llega a nuestras canillas no siempre es tan pura como nos dicen. La purificación es una necesidad para tener un agua más sana y saludable pata ti y tu familia.

El uso de productos químicos por parte de la agricultura, (pesticidas, herbicidas, abonos químicos) junto a la contaminación de origen biológico por deshechos, hace que las fuentes de captación de agua potable contengan cada vez más elementos dañinos para la salud.

La falta de calidad del agua de cañería, se ve agravada especialmente, en algunas zonas, en las que sus plantas de tratamiento de agua no van más allá de la decantación, y posterior cloración del agua, dejando pasar gran cantidad de contaminantes, que un buen sistema de filtrado eliminaría. Contaminantes que generalmente añaden un desagradable sabor al agua, además de obligar en temporadas de mucho calor, a una excesiva cloración para evitar contaminación por bacterias. Dejando así el agua menos potable para consumo.

En las ciudades que cuentan con buenas plantas tratamiento de agua, la contaminación generalmente se deben a la corrosión interna de las tuberías, que en muchos lugares están envejecidas por su antigüedad, añadiendo metales al agua con su oxidación.

El cloro 

Numerosos estudios nos dicen que la cloración, y fluoración del agua de la cañería, no es buena para nuestra salud.

Al purificar el agua, a demás de eliminar impurezas, el cloro y los malos sabores, que en muchas ocasiones trae el agua que consumimos, conseguimos también disminuir o eliminar cualquier sustancia disuelta: pesticidas, medicamentos, o cualquier otro químico que las plantas potabilizadoras no retiran en el proceso de purificación.

Otro problema frecuente, causado por la cloración del agua son las dermatitis. Causados por el agua de la ducha, y el daño que sufre nuestro pelo y piel, en las épocas de calor donde la cloración del agua es mayor por la gran cantidad de bacterias que se producen.

El exceso de cal y otra sales

El problema de salubridad nos puede venir por este factor, aun teniendo un agua libre de contaminaciones derivadas de la agricultura y ganadería, el exceso de sales debe ser evitado en el agua de consumo. Los expertos recomiendan una máxima concentración de minerales (cal, magnesio, sodio etc.) de 140 mg. por litro. Al purificar el agua por ósmosis inversa, reducimos el residuo seco, incluso casi lo eliminamos, según el tipo de agua. No debemos olvidar que muchas marcas de agua embotellada, superan altamente la cantidad de 140 mg de minerales.

En el caso de tener un agua de consumo con exceso de minerales, purificar el agua por ósmosis es la mejor opción, proporciona agua purificada disminuyendo en un 97% las sales disuelta.

Conclusiones:

  • Al añadir cloro al agua, podemos ver algunos compuestos; los trihalometanos, catalogados como cancerígenos y mútagenos, especialmente en captaciones de agua superficiales (ríos o arroyos) y en verano.
  • El consumo de agua clorada, está directamente relacionado con casos de cáncer de colon y de vejiga.
  • Podemos evitar ingerir estos compuestos nocivos, con métodos al alcance de todos en el punto de consumo, eliminando los trihalometanos y el cloro, comprando un purificador.