Debido a los constantes errores de OSE en el pasado mes de febrero, donde se descubrió que el agua que salía de las canillas, en el departamento de Canelones, contenía altos niveles de soda cáustica, Teledoce se aventuró a tomar una muestra de dicha agua y a hacer pruebas en un laboratorio privado.
La dueña de la casa de donde se sacó la muestra de agua para luego ser analizada, contó que sufrió varias heridas en la piel luego de tomar una ducha. El agua a simple vista parece solo turbia, pero los análisis no dicen lo mismo.
El laboratorio Cristar Zerbi donde se realizó el estudio, arrojó resultados desconcertantes: varios de los componentes del agua analizada están por encima de los parámetros permitidos por la organización mundial de la salud, lo que significa que el agua no es potable como nos la venden.
El primer componente notorio en el agua es el ph. Un agua potable debe tener un promedio de ph entre 6.5 a 8.5, pero en este caso, el agua analizada contiene altos niveles del mismo, llegando al 12.8 y dejando un agua sumamente alcalina.
El otro componente que aparece en el agua analizada es el hidróxido de sodio, que es la soda cáustica que normalmente se emplea en el agua para corregir los niveles de ph. Los resultados del laboratorio muestran que el agua tiene rastros de éste químico, unos 2 gramos por litro. Esto es preocupante, ya que nunca debería superar los 50 miligramos por litro, quiere decir que tiene 40 veces más de lo establecido.
El agua no es apta para consumo, ya que también puede producir irritación si ésta hace contacto con piel y ojos, incluso dolor en niveles bajos, y si no se lava con agua y jabón en el momento, puede seguir afectando los tejidos internos de la piel varias horas después.
No obstante, el químico más preocupante que muestra el agua es el manganeso. El manganeso es un metal que se usa en la fabricación de aleación de hierro y acero, y que, en este caso, aparece debido al exceso de soda cáustica que generó un arrastre en las cañerías de varios residuos metálicos. Las proporciones encontradas de metal en el agua pueden ser peligrosas para la salud. El parámetro establecido por la organización mundial de la salud no debería superar el 0.1 miligramo por litro, pero en el agua analizada mostró 3.6 miligramos por litro.
Según la guía de la OMS, si se consume el agua con más de 0.5 miligramos en un tiempo prolongado, puede llegar a causar daños neurológicos severos.
OSE informó que este caso era puntual, y que cualquier persona que vea el agua con estas características, no la consumiría. Aún así, la empresa debería haber emitido una advertencia a la población para que eviten el contacto y consumo de la misma.