La mayoría de los microorganismos patógenos contenidos en el agua son eliminados en las primeras etapas del tratamiento en la purificación del agua. No obstante, la desinfección del agua es necesaria como uno de los pasos necesarios para prevenir que el agua potable sea dañina para nuestra salud.
Bacterias y parásitos perjudiciales en el agua
Las infecciones del parásito Giardia o el Cryptosporidium cursan con un cuadro parecido a la gastroenteritis, generalmente de mayor duración. Esta infección requiere un tratamiento específico, diferente a cuando está producida por bacterias.
Son muchas las bacterias nocivas así como los posibles parásitos que nos pueden infectar al ingerirlos en el agua, por eso siempre es recomendable que contemos con algún método de purificación en casa.
Este peligro invisible solo puede ser detectado por un análisis microbiológico, análisis debe ser realizado por laboratorios especializados mediante el cultivo de las bacterias presentes en el agua.
Desinfección del agua y del sistema purificador
Es la mejor manera de prevenir y evitar. Está en nuestras manos el desinfectar con hipoclorito de uso alimentario (lejía) o agua oxigenada con una disolución al 10% de lejía de uso alimentario o el agua oxigenada diluida al 25%. Con ellas limpiaremos todas las partes de los equipos purificadores. Esto siempre que se haga el mantenimiento, o cuando se detecten casos de infección. También desechamos todos los filtros del sistema para evitar que las bacterias puedan reproducirse en los mismos.
Cuando partimos de aguas contaminadas, lo más seguro es tener un sistema de cloración. También tenemos la alternativa más ecológica la desinfección por ultravioletas, sistema bastante fiable y que no añade químicos al agua.